La poesía es una amante que te pide más de lo que tienes y que apenas oye tus requerimientos y tus súplicas. Poesía eres tú. Y nadie. Y mucha gente. Hay quien se arrodilla y la llama señora y quien cree que es como un pájaro oscuro o como una ninfa de piedra que repite las últimas palabras. Sabe quién eres, tiene las llaves de tu casa, pero tarda y no avisa y no se despide. A veces encuentras una huella en tu almohada y piensas que ha dormido contigo.
He escrito mucho sobre eso, pero hoy prefiero poner aquí un poema de Czeslaw Milosz que descubrí en una traducción a la que he hecho algunos pequeños cambios.